jueves, 8 de septiembre de 2011

Proponen desarrollar una cosechadora de aceituna en Jaén

Desarrollar una cosechadora de aceitunas eficiente como reto para la explotación de los cultivos superintensivos. Es lo que propone el ingeniero agrónomo y técnico del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) Javier Hidalgo Moya, un experto en cultivos del olivo que dirige hasta mañana viernes 9 de septiembre el encuentro de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) 'Diseño y manejo de plantaciones de olivar'.

En declaraciones a los periodistas en la sede de la UNIA en Baeza, el técnico de Ifapa explicó que, en los cultivos superintensivos, las calles entre los olivos son muy estrechas, con lo que hay que podar cada año para permitir la recolección, con la consiguiente pérdida de frutos para la temporada siguiente. Por eso, el experto cree que el pulso en la actualidad «está en intentar encontrar una maquinaria apropiada».


Del mismo modo, el experto asegura que ya hay casas comerciales que ya se están planteando reducir el número de árboles para dar una mayor amplitud a las calles». Incluso en algunos casos, señala Hidalgo Moya, «ya se están compaginando los dos sistemas de cultivo: intensivo y superintensivo». Según los datos aportados por el ingeniero, «tres cuartas partes del olivar en Jaén sigue siendo tradicional, entre un 22 y un 23 por ciento es intensivo y sólo el resto es cultivo superintensivo». De este modo, explica, se puede comprobar que este tipo de plantaciones «no está todavía generalizado ni se sabe manejar aún bien». Esto se debe, en parte, a que «los costes de implantación son mayores, y se necesita una gran inversión».


Evolución en Jaén


Hidalgo Moya explicó la evolución de la oleicultura en la provincia de Jaén, que, señaló, ha pasado por tres fases diferenciadas. Aunque el olivar tradicional, según el experto, ha ido incorporando mejoras en el riego y con la recolección mecanizada, no es hasta los años 70 cuando llega la nueva oleicultura, más productiva, con trescientos árboles por hectárea y más fácil de recolectar con vibradores. A finales de los 90 aparece un nuevo tipo de plantación superintensiva que pasa de trescientos a mil olivos por hectárea.